Omemo, el riesgo de una organización excesiva

Del Blog El Catalejo, por Sergio Rodríguez et al.

7 de julio de 2007

¿Quién dijo que el P2P estaba estancado? Lo último no es compartir archivos, sino espacio en disco para crear un gran disco duro virtual con la suma de todos. En este nuevo sistema es posible navegar a través de carpetas, ‘subir’ y descargar archivos y conservar completamente el anonimato, según sus creadores.

Omemo ?desarrollado por una compañía española?, tiene grandes ventajas. Hay que reconocer que es rápido cuando funciona ?aún está en pruebas, sólo con invitación, y da problemas?, que no necesita un pesado programa para funcionar ?como por ejemplo eMule ?, que su uso es intuitivo y que es personal pero global… pero se le pueden poner bastantes pegas.

Es, eso sí, fácil de usar. Basta con instalar un pequeño cliente que deja seleccionar el espacio en disco que queremos compartir ?hasta un 10% del total disponible? y que crea una nueva unidad de almacenamiento, ‘O:’. Ésta funciona como si la tuviésemos instalada en nuestro ordenador. Podemos copiar y pegar cosas en ella o desde ella.

También se puede buscar en este gran disco virtual, organizado en carpetas, a través del navegador. Pero con ambos sistemas se echa en falta un buscador más potente, al estilo de los P2P convencionales. Este sistema de archivos tipo Windows es también uno de sus puntos débiles: necesita demasiada organización, y los usuarios son desorganizados, por mucho que lo hayan dotado de elementos de ‘comunidad’ ?poder etiquetar los archivos si son peligrosos, eliminarlos de tu red, votarlos…?.

Omemo parte de una genial idea, pero aún necesita retoques. El principal es hacerlo más sencillo para usuarios medios, acostumbrados a otro tipo de programas P2P en los que la mecánica es buscar, descargar y listo. Además, por ahora, la navegación es lenta. Y requiere, para mi gusto, demasiada colaboración en la organización de los archivos.

Corre el riesgo de convertirse en un gran cubo de basura. Tener un disco duro organizado requiere dedicación, una limpieza periódica y mucha paciencia. Es posible cumplir todos los requisitos cuando eres el único usuario… pero imagénense que, cada día, entrasen miles o millones de personas en nuestro disco. ¿No sería una locura?

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