He de confesarlo. Nunca he sido un fan de las fotografias polaroid . Demasiado «sucias» visualmente, demasiado pequeñas, demasiado cuadradas, demasiado estáticas… Y sin embargo siempre he reconocido que tenían un enorme encanto: eran obras únicas en el más puro sentido de la palabra, tenían un aspecto retro que podía llegar a ser seductor, sus resultados eran siempre imprevisibles y a veces sorprendentes…
Quizá por estas cuestiones las fotografías polaroid tenían un ejercito de fieles seguidores que las sometían a toda clase de perrerías para obtener resultados fotograficos imprevisibles y creativos: rayaban su superficie con boligrafos secos para redistribuir los pigmentos y deformar las imágenes, las metían en agua hirviendo, y otras torturas similares para obtener de la emulsión todo su potencial creativo y visual. En realidad lo mismo que hemos hecho casi todos los aficionados a la fotografía con algunos de nuestros negativos. He de confesar que yo tambien he rayado, quemado, recortado, doblado, pintado o emparedado negativos buscando nuevas expresiones creativas, a veces con éxito, otras -las más- el resultado ha sido un desastre.
La fotografía instantanea polaroid nació en 1947 gracias al esfuerzo de Edwin H. Land, que según la leyenda no dejó de pensar en realizar un soporte fotografico instantáneo desde que su nieta le preguntó en una fiesta de cumpleaños por qué no podía ver las fotos que le acababan de hacer.
Lo cierto es que en este más de medio siglo la fotografía polaroid ha sido una herramienta util para diseñadores, publicistas, agentes de policía y muchos otros profesionales, un alido eficaz de los padres en las fiestas de cumpleaños, y un territorio de experimentación creativa para muchos fotógrafos.
Pero llegó la fotografía digital. Y con ella comenzó la decadencia de la fotografía polaroid. El soporte polaroid era caro y poco adaptable a las necesidades de la mayoría de los usuarios, todo lo contrario que los pixeles. La puntilla, es mi opinión, fue la incorporación de cámara fotográfica en los teléfonos celulares. Ya nadie necesitaba una polaroid para capturar una imagen y no sólo verla al instante, sino enviarla a cualquiera en cualquier parte en cuestión de segundos.
Así que la empresa Polaroid anunció en febrero de 2007 que dejaba de fabricar sus cámaras polaroid, y un año más tarde ha anunciado que dejaba de fabricar el soporte fotográfico polaroid. Calculan que habrá reservas en stock hasta 2009, pero hoy podemos decir ya con nostalgia anticipada que la fotografía polaroid ha muerto.
La red, como casi siempre en estos casos, no está permaneciendo muda ante estos acontecimientos, y hay iniciativas como polanoid.net (de donde hemos sacado las imágenes que ilustran este post) que pretende crear el mayor archivo mundial de imágenes polaroid. También hay sencillos tutoriales, como éste , que explican como obtener fotografías digitales con el aspecto de una polaroid; o éste otro , que nos explica como hacer falsas fotografías polaroid en tres dimensiones. En cualquier caso, ahora es el momento de que los aficionados a la polaroid, compren material fotografico y lo almacenen en sus neveras. Y lo gasten con precaución y cierta tacañería.
Quizá ahora el precio de las fotorafias polaroid suba en el caprichoso mundo de las subastas de arte. Pero esa es otra historia.
¿Habeís hecho fotos polaroid? ¿Os gustan? ¿Echaréis de menos este soporte fotográfico?