De nuevos y viejos periodismos

Ayer me llamó una amiga. Está haciendo la tesis sobre regulación deontológica del periodismo (el título acabo de ponerlo yo). Tremendo. Le admiro su valentía y sobre todo, la ilusión. Porque después de acudir a numerosos congresos, de escuchar casi siempre a la misma gente, de hablar casi siempre de lo mismo, de leer, de comentar… Uno vuelve la mirada a las prácticas de periodismo y siguen ahí:

 – Un periodista radiofónico que da vergüenza escuchar pero que nadie condena y no solo eso, gana premios.

– Un periódico que cobra la supuesta “publicidad” de un reportaje que publica

– La necesidad de comprar al menos cuatro periódicos un domingo para hacerse una idea del clima político general: qué dice uno, qué dice otro… Y entre todos, digo yo, será la realidad.

Lo peor o lo mejor, es que esto no es nuevo. Está ahí desde los orígenes del periodismo y seguramente seguirá siendo así porque la maquinaria empresarial de un medio de comunicación a veces, es muy compleja. Y cuidado, no justifico ni lo haré, jamás. Pero, si no ¿Cómo se explican estos casos y otros peores? Mientras los investigadores siguen atrincherados en definiciones de “buen periodismo” y de ahí no se bajan, siguen sin pisar una redacción. Y eso aun no es tan grave, además, siguen sin hablar con los periodistas. Sin enterarse de lo que realmente está pasando. Formando técnicos que escriben más o menos bien, que leen muchos libros y que son capaces de adaptarse a “cualquier” línea editorial que les de un sueldo al mes.

Una de las tantas conversaciones con mi amiga doctoranda pasó por el tema de la colegiación y la formación de los periodistas. Le pregunté ¿Realmente crees que alguien que se forma en periodismo tiene mejor formación a la hora de escribir, de hablar, de interpretar conocimiento y transmitirlo que alguien que tiene otro tipo de formación y se interesa por el periodismo? Ojala fuese así, de verdad. Demasiadas contradicciones a la hora de establecer una regulación deontológica. Por mi parte confío en la cada vez mejor formación en comunicación de la sociedad. En los blogs cada vez mejor escritos por gente anónima que recopila, que lee y consulta. Que analiza, que critica, que da su opinión. En gente con criterio que comenta, que sigue consumiendo periódicos, que hablando de actualidad. Gente que hoy por morbo o curiosidad se sentó a ver Ana Rosa si aparecía Losantos sólo para indignarse o regodearse.

En fin, que eso del Periodismo Tradicional, del Buen Periodismo, está muy bien para teorizar y como punto de partida para la discusión, es mi opinión, claro. Pero a la hora de analizar el periodismo, no se puede evitar pasar por las prácticas, por los lugares comunes, por la repercusión, por la tirada, por la publicidad. Por Internet. Vamos, por ensuciarse las manos en el análisis.

Empezamos la semana.

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3 comentarios

  1. El mundo gira y quienes han dejado de observar la rotación pretenden que los demás, los que viven ese día a día, sientan esa misma carencia.

    Unos lo llaman teorizar desde el salón, otros lo llaman aburguesarse.

    Más bien parece que quienes hace tiempo que no se manchan las manos en el día a día han dejado de sentir ese algo especial que les llevó a la profesión. Han perdido la sonrisa y el brillo en los ojos… y no se han dado cuenta.

    Como la vida misma.

  2. Mmm…, ¡qué post tan interesante, Mariela! (habló la Freaky) Creo que tienes razón. La teoría sin prácticas no sirve de nada. Ostrás, ¿no fue Kant el que dijo que los conceptos sin experiencia son vacíos?

    Y, sí, «torresburiel», creo que alguno se ha aburguesado en su cátedra. De hecho, creo que es el peligro del trabajo académico. Los libros siempre serán más cómodos y manipulables que las personas.

    También creo que la lucha por un buen trabajo es diaria, y que la dinámica de trabajo de los periodistas (lo que llaman las rutinas) no ayuda a reflexionar sobre lo que se hace y el precio a que se hace.

    Lo importante, creo yo, es juzgar menos y escuchar más. Pringarse, como dice Mariela. En todos los ámbitos, profesional yacadémico.

    ¡Vamos allá!

  3. Eva! Qué razón tienes! Pasa que no sé yo si es fácil o es «aburguesarse» (Como dice Torresburriel) creo que es tan triste como no tener acceso a las prácticas en algunos casos.

    Creo que hay gente que habla de peridismo sin haber tenido ocasión de «pringarse», en serio.

    Aunque sí puede que también sea más fácil hablar de comunicación sin haber pisado jamás una redacción, sin haber organizado un evento o escrito una noticia… ¡Pero ya es triste, oíga!

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