Vergüenza: otra de corrupción ¿Y van…?

Muchas veces he intentado reunir a los santiagueños que vivimos en España. Sólo a los que conozco claro, les he hablado de “hacer algo”. No mucho,  una beca  para que alguien pueda estudiar, el tratamiento de un chaval, algo (10 € al cambio se convierten en 56 pesos argentinos) . Incluso una wiki “Santiagueños x el mundo” en el que la gente se pudiera apuntar y contar en qué parte del mundo está y qué está haciendo. Nada…

Siempre me he encontrado con desazón y descreimiento.

Con el paso de los años he entendido el porqué. Pocas instituciones tienen en Santiago del Estero, Argentina un sistema que le permita recibir donaciones desde el exterior. Además, todo el mundo desconfía…¿Quién gestionaría el dinero?

Ahora me acuerdo de EL PATIO -la institución que gestionaban los dominicos para acoger chicos de la calle y que debió cerrar porque al Gobierno de aquel momento le interesaba el dinero que llegaba desde Italia. Los sacerdotes se cerraron en banda y prefirieron renunciar al proyecto-  y sufro mientras escribo.

Las instituciones oficiales sí pueden manejar y gestionar ese dinero, claro.  Es el caso de la Municipalidad de Pinto de Santiago del Estero que a raíz de su «Hermanamiento» con la ciudad de Pinto, Madrid, España,  recibió dinero de su tocaya, Pinto y terminó avergonzando a todos los santiagueños.

La localidad madrileña ha interpuesto  ahora una denuncia penal en contra del ex alcalde de Pinto Antonio Fernández González, quien firmó  convenios con el ex intendente de Pinto de Santiago del Estero, Emilio Rached, para realizar obras con dinero donado por el ayuntamiento de Pinto (el español, claro) “por un presunto delito de apropiación indebida, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, fraudes y de negociaciones y actividades prohibidas a funcionarios y de abuso en el ejercicio de las funciones y prevaricación”. Así lo recogen algunos medios.

El dinero había sido enviado para construir viviendas gratuitas para los más necesitados y por el contrario se hicieron sendos chalecitos (modestos, eso sí) con su piscinita y muy baratos, unos 20 mil dólares. La primera casa adjudicada fue la hija del intendente de Pinto. Sí señor. Muy bien.

El tema, que no es nuevo recién está viendo la luz ahora con la guerra de corruptos entre PP y PSOE.

Poco más tengo que decir de una situación que como siempre involucra a la corrupción de la clase política argentina que no está dispuesta a dejar de ganar de dinero  sucio y mirar hacia otro lado cuando la pobreza de los demás le ensucia los zapatos.

¿La crisis nos devolverá valores? ¿De verdad? Yo sólo veo la jungla por delante…

Más información: adn.es

Tucumán Noticias

Corrupción en Pinto

El Liberal

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Un comentario

  1. Muy buen post Mariela.
    Hace mucho tiempo alguien dijo: «La gente teme mas que nada a la inteligencia. Pero si comprendiera lo que es verdaderamente temible, debería temblar ante la estupidez».
    Lo digo y lo escribo en relación con todas estas personas que hoy gobiernan, de un lado y del otro, municipios, ciudades y países. Claro que hay gente capaz y honrada, pero por extrañas circunstancias (que muchos conocemos y no enfrentamos) siempre acaban llegando los mediocres a las posiciones importantes.
    Y cuando lo hacen, ocurren cosas como las de Pinto. Y nos avergüenzan. Tanta gente necesitada. Tanta pobreza. Tantas oportunidades malogradas. Y un puñado de dinero con la posibilidad de mejorar al menos unas cuantas vidas. Y entonces aparece la estupidez. La codicia vestida de ambición. Y de nuevo la estupidez. ¿Se puede ser tan inútil, incompetente y estúpido?. Sí, se puede. Ahí tienen el caso de Pinto. Y se puede avergonzar a mucha gente.
    Tenemos que hacer algo. Para cambiar la estupidez en oportunidades. Para que las ayudas lleguen de quien corresponda y a quien corresponda. Tenemos que dejar de temblar ante la estupidez. No sé cómo. Pero tenemos que encontrar la forma.

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