Un pálido puntito azul

El 14 de febrero de 1990, mientras salía de la órbita de Neptuno y se disponía a salir del Sistema Solar, la sonda espacial Voyager 1 giró sus cámaras para tomar una última foto de la Tierra. Esta es la imagen resultante:

Nuestro planeta, visto desde una distancia de unos 4,500 millones de kilómetros, aparece perdido en la inmensidas del espacio como un pálido punto azul de apenas un pixel. La fotografía ha pasado a ser conocida como «pale blue dot«.

Seleccionada en 2001 por Space.com como una de las 10 mejores fotografías científicas de la historia, la imagen inspiró a Carl Sagan unas palabras que pronunció en la universidad de Cornell, donde él era profesor de astrofísica, en una conferencia que impartió en 1994 con motivo de su cumpleaños. Merece la pena que las escuchemos en voz del propio Sagan:

Aquí os dejo la transcripción (modificada de Wikipedia):

«Desde esta lejana posición, la Tierra no parece tener ningún interés particular. Pero para nosotros es diferente. Contempla otra vez ese punto. Eso es aquí. Eso es el hogar. Eso es nosotros. En él, todo aquel a quien amaste, todo aquel que conoces, todo aquel de quien has oído hablar alguna vez, cada ser humano que existió jamás, vivió su vida. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas. Cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada superestrella, cada líder supremo, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí ? en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.

La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades presenciadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la vana ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido.?

Espero que os lleguen tan hondo como a mí la primera vez que las escuché. Creo que son una buena invitación para la más profunda reflexión.

Alfonso Pardo

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3 comentarios

  1. brillante, no dice nada que no se haya dicho antes, pero recordarlo y de la manera que lo hace él, te pone los pelos de punta, Carl Sagan fue un gran hombre en un diminuto pixel.

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